Ese estúpido: "mujer, (...) pensé que me habías olvidado." que removió todo aquello que se creía estable y sacudió el equilibrio parcial que conformé. El amor florece en la media invernal del trimestre.
Nada es más tentador y provocativo que un hombre te pregunte por los libros que lees y te pida, implícitamente, alguna recomendación. Nada más seductor que la gramática parda de un hombre que busca algo que nadie sabe, que nadie comprende y que resulta, complejo, entenderlo. Nada más sugerente que la intachable rutina de días en que ver algo se convierte en una señal de "está vivo."
Y por ti soy, inmortal. Quizás vivo para escribirte, te escribo para vivir, te vivo para escribir o escribo para vivirte.
Bendita sea la gramática en tus manos,la locura de tus ojos, tus ojeras con historias para contar y toda la ortografía que recorre tu ser.-
"Eres bendito entre aquellos suplicios de amor de las entropías mentales que recorren una vida."