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domingo, 25 de agosto de 2013

Cocteles.-


Y ahora se cuestiona todo lo terrenal que hay en este momento: los cuentos perdidos, todos los anuncios que aún no se muestran en la televisión, la tenebrosa melodía que suena en la radio, los pajarillos que se quieren posar en la copa del árbol de su jardín, su gato que se perdió hace sesenta días y la puerta que aún sigue sin el pestillo para poder cerrarse. Apostaría que alguien conjuras mil hechizos para que tenga de vida aquella precaria y deseable itinerario de malos pesares y del poco buen vivir. Apostaría que el ya no sabe si tiene dudas terrenales y apostaría mi vida que ya no es terrenal.