-Hoy vacié mi galería del celu y la metí al pc. Resetear. Eliminé todo y volví a empezar.
-Que tajante suenas al decir eso.
-Es una metáfora a mi vida. Últimamente, he pensado que debo aprender a cerrar los ciclos. Me he dado cuenta como que... cómo decirlo, dejo las cosas hasta cuando me aburro o me molestan, ahí las dejo, como un visto, ahí quedan flotando, volando sin hacer nada, debo cerrarlo y decir esto hasta aquí quedo y no evadirlo. Soy tan buena evadiendo.
-Estás creciendo, pendeja.
-No me gusta esa palabra. A todos nos toca madurar alguna vez. Como que me da miedo crecer, madurar es de frutas, no quiero, siento que pierdo mi infancia, juventud, como que la vida se me va haciendo muchas cosas que son el conducto regular estipulado por los viejos, no estoy haciendo lo que quiero, es decir, me gusta, me entiendes.
-Pero no te mata...
-Exacto. Siento que los mejores años de mi vida se me están yendo en hacer lo políticamente correcto, en hacer y rehacer lo que hace feliz al resto.
-Pero es que debes encontrar lo que te gusta.
-Es que ya lo encontré. Yo sé lo que me gusta y lo que no, o sea, en términos sencillos, sé que esto me gusta, pero no quiero hacerlo toda mi vida
-No lo hagas toda tu vida.
-No lo haré.
-Oye, no puedo ayudarte mucho, pero si te digo, mientras, por mientras me refiero a ahora, disfruta de tu día a día, cierra aquellas cosas que pienses que no están terminadas y sé feliz. Inténtalo.
-Lo he intentando por veinte cortos añitos.
-¿y?
-No he muerto en el intento.
-Mejor tomémonos una vida sabática.
-La solución de mi vida.
