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domingo, 26 de julio de 2015

Perdón y perdonarás..-

Marwan me hizo recordar lo romántica que puedo ser, lo apasionada y delirantemente cursi que tiene el fervor de mi alma. Me hizo entrar en relajo y amar la vida como la amaba antes de entrar en la miseria universitaria. El equilibrio, la medida justa, ese balance necesario y único entre mi deseo de vivir, esos sueños de niña.

Muchos dicen que soy una mujer que crece pero que no puedo madurar, no se malinterprete, solo que no quiero inmiscuirme en la rutina que absorbe a todos aquellos adultos amargados e infelices que no le hablan al amor como aquellos adolescentes que alguna vez fueron, me rehúso. Puedo ser estresada, la gran parte del día, de la semana, pero no siempre, una palabra demasiado grande para mi. 

Amor, amo el amor, la teoría y la practica, me han roto el corazón miles de veces, duele y siempre dolerá, pero me gusta amar, sentirme amada y sentir que amo, es la plenitud del alma, abrirse al amor, no señores, no solo de piernas, independiente de lo placentero y exquisito de lo acción, es más que eso, entregar el alma y todo lo mas íntimo, quizás no a una persona, quizás a una acción, momento o ambos o ninguno o todo. Amor es la palabra, la acción, la llave de la felicidad, es el sentir y la respuesta a todas las preguntas  que no se pueden responder, amen así sin tilde, es una plenitud del alma, el balance perfecto.

A mi blog, a mis amigos que leen esto y por sobretodo, a mí, disculpas por los meses sin escribir.-