Salir media hora antes de lo que se estipula según el horario vespertino que regía cada uno de esos sábados, es relajante. Investigar bajo presión algún lugar del mundo, llegar a lugares que pronto se convertirán en lo mejor del día, rastrear y buscar un porqué y un significado a todo.
Sin sentido, un gato juega con las hojas de un invierno más otoñal que invernal, me siento a su lado y juego con las hojas con mis dedos de princesa, bajo presión sin nada sin indicios de un porqué, fui feliz. Dieron las 8.30, marcha.-
Quiero verme en el camino cuando brille el sol y en cielo de acuarela, la pena tiene un resplandor.-