La esencia de un beso la cuenta la mirada de una persona, unos ojos llenos del fervor pasional de querer esa distancia tan austera entre los labios de un par de enamorados inconscientes o quizás, desconocen el amor de su cerebro, ese corazón pensante y racional que se vuelve ilógico desencadenando una idiotez crónica.
El sabor de una beso que mimetiza recuerdos escalofriantes, sulfurantes de emociones y sentimientos. Esos besos con sabor a melancolía, tristeza y lástima, como quien se enamora del deber y no del querer, como quien se enamora por la fuerza de quienes te imponen hacer algo, te enamoras por obligación del medio social; esos besos que dejan mal sabor de boca, te dejan sus vicios y bohemias de vidas nocturnas marcadas por el sexo sin amor y el semblante alcohólico sin disfrute de los licores, besos de quien se enamora de fantasmas pasajeros de la vida, de quien se enamora de basuras nocturnas de muchos antaño y pasados oscuros sin valor de recordatorio futuro; esos besos con sabor a nada que te hace pensar, pensar en el instante de un beso, pensamiento que no debería existir, jamás se debe pensar durante un beso, pensar en qué, ese beso de quien no esta enamorada y nadie sabe porqué da un beso sin amor: un beso no se debe pensar, si se piensa, es sin amor; esos besos con sabor a pasantía ligera y efímeras que dejan un recuerdo viviente del que siempre se uno se puede defender con monólogo del cual cualquier idiota se podría reír sin causa aparente, ese sabor que deja el enamorado errante de una dama que le ha roto el corazón, como quien se enamora de una imagen ideal y de una realidad; esos besos con sabor a amor que te dejan en estadio de trance emocional tan profundo que al tocar fondo, temes reaccionar y volver a una normalidad realista, porque sabes que el dolor esta en esa luz que guía el camino, esos besos con sabor a amor que te dan la libertad de amarrarte a alguien y enamorarte de ese albedrío en personalidad humana, esos besos con sabor a amor que uno repite, una y otra vez, sin cansarse nunca, esos besos con dualidad eterna. Ese sabor que he encontrado una sola vez, y que ansío con volver a encontrar, pero me temo que no quiero encontrarlo.
La esencia de un beso es sentir el sabor de algo en tus propios labios. La esencia de un beso se mide en suspiros luego de tal segundo de eternidad y en recuerdos capaces de inmortalizarlo. La esencia de un beso es misteriosa y con romanticismo de culto exagerado en los antros personales de cada filántropo amoroso.-
La esencia de un beso de amor es el sabor de tu boca en la mía. Tu risa entre la mía.-
