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lunes, 1 de julio de 2013

Inmundas rebeliones.-


Somos víctimas de una juventud emocionalmente enferma, adolecen de las más misteriosas maneras de amar y de conllevar la locura con la radical opción de existir.


Esa hipofrenia que mata a cada uno de los sobrevivientes del amor, donde la vida los apresura a que se adapten a ese rutinario estereotipo con margen de error del "no cumplí mi sueño", "no creo en el imposible", se acomoda a la idea del número social. La mejor solución sería extinguirse dentro de la sociedad y formar parte de los artistas que tienen un poco de poetas y un poco de locos.-