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lunes, 15 de julio de 2013

Amor con sh.-

Te escribo con cierta intención de amor misericordioso que busca la estabilidad, evitar esa estupidez romántica de la pasantía entre labios perdidos de bocas misteriosas de hombres diambulantes dentro de una vida con aparente sentido profesional y abundancia de lazos parentales.
Te escribo con la obsesión de encontrar a un ideal de amor que cure todas las heridas que tengo cubiertas con mierdas de maquillaje, absurdo de rol de femenino que intenta marcar tendencia dentro de una identidad oculta de silencios dramáticos, líricas eróticas y dolores terrenales.
Te escribo porque vi una mirada que contemplo mi ser, removió mis manos temblantes de horrores imaginativos y desvió unos ojos negros de india, desatando una locura nocturna de los segundos más valientes dentro un camino de cobardía ceñido de inseguridades y miedos infantiles.
Te escribo porque me hiciste creer en el amor, aunque quizás nunca te llegué a decir "amor", me ilusionaste con que quizás algún día, quizás seas tú o quizás sea otro, no me gustaría que fuese otro para ser sincera, quizás llegué a enamorarme y dejar de lado mis banalidades superficiales de quién adolece de un corazón sin heridas de alguien que fue a la batalla y no a la victoria.
Como que quiero dejar de escribirte, porque te escribo con cierta intención amorosa de quien quiere enamorarse, pero quiere alejarse de la vergüenza y el temor al corazón roto.-

Todos tememos al rechazo, por ello pocos son los que hacen locuras de amor.
Esos ápices de romanticismo que desatas a tempranas horas de un lunes lleno de angustia marcada por preguntas.-