Soy una mujer con estándares imposibles, que se presta para las indecisiones matutinas y los olvidos dolorosos de una luz que brilla cada vez que quiere. De esas mujeres que pretende del feminismo una moraleja dentro de su vida y no como una anécdota; de las que entrega su alma en un escrito adyacente a su corazón a cualquier extraño que le gusta la literatura mal replicada; de las mujeres que muere sistemáticamente por algún tipo de carencia que me envuelve en algún lapsus del día; de las mujeres que quisiera un "para siempre" y no un "mientras dure"; de esas mujeres que quisiera que la escucharan y que respondieran con una burla a un piropo estúpido y soez; de esas mujeres que quiere un amor hecho de caricias y risas a un amor hecho de pura parodia y mofas; de esas mujeres inseguras, pero que ama tomar decisiones complicadas y a la vez espera que alguien más las tome por uno; de esas mujeres que quieres hacer posible lo imposible; de esas mujeres que asesina cada nueva idea y nueva oportunidad que se da; de esas mujeres que tiene un amor imposible, un amor frustrado y un amor que quiere olvidar; de esas mujeres que no quiere olvidar el dolor y que intenta olvidar con un recuerdo constante.
Definitivamente, soy una idiota con estándares imposibles. Quiero volver a ser una niña de esas que veía todos los domingos Charlie Brown y sus amigos comiendo manzanas en forma de papas fritas.-