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viernes, 10 de agosto de 2012

Centralistas.-


Me encantaría creer en las promesas de los políticas, pero esas promesas son para ser rotas. Se utilizan con la simple razón de crear ilusión y establecer un poderío sobre alguien o algo, son las ansias de subordinar a alguien. 
Politizan y partidizan hasta la más miníma de sus palabras y encantan con los argumentos inventados, enamoran con sus sonrisas asesinan y te seducen con unos ojos encantadoramente bellos, te amarran ante la duda y te secuestran con una posibilidad, te hechizan y embrujan con una mirada y un quizás. Te venden las más íntimas de sus ilusiones y momentos a cambio de un "háblame"
Ok, me encantaría creer, pero los políticos no sirven para reparar daños y menos, los estructurales. Voté "no"