Pages

lunes, 17 de octubre de 2016

El placer de no pertenecer.-



La juventud de un amor: absoluto, apasionado y eterno. Eso es un digno comienzo de una película o novela romántica, sin embargo, para los escépticos del amor y su infinita duración, así como también para mi incrédula consciencia y álter ego, ese inicio fue el mío.
No fue fácil, como dice la canción, pues, venía de una ruptura amorosa un tanto tormentosa, como lo son todas, hace ya 3 años o un poco menos de ese presente, ya no recuerdo. Una linda historia con un torpe comienzo, pero que decayó porque ambos no supimos como cuidar la relación, además, es cierto, el amor sí se acaba y siempre hay uno que quiere más, en este caso, creo que yo no fui la que quiso más y la cagué primero. En fin, ya tuve mi tiempo de mártir y de soldado donde asumí mis culpas, como también las de él, tuve que aprender a perdonar para perdonarme y sufrí un largo recorrido en que creí tener la culpa y me autodestruí con extremos decadentes, pero como dicen los sabios y los no tanto, tienes que colapsar para volver nacer. Y así fue, renací y florecí en gloria y majestad. Una Meli nueva, me vi crecer lentamente, pero iba muy bien, me volví a enamorar de mi y me amé nuevamente y más de lo que alguna vez lo hice, estaba en la cima: ni el cielo era el límite. Estaba plena, nada faltaba, nada sobraba, estaba todo lo justo y necesario. 
Aquel punto de tu vida en que tu sonrisa era la más linda, encantadora y radiante que pudieses tener: ahí estaba yo, la mujer de la bella sonrisa, decía mi padre . Y así fue, yo le sonreí como solía sonreirle al mundo, a mis amigos, a mi familia, a la vida, en general, y sinceramente, no fue amor a primera vista, ya lo había visto y no me había causado ni cosquillas, nada, ni siquiera bonito lo encontré, ni nervios me causó, pero cuando le sonreí, él me respondió de la misma manera, con una sonrisa y algo cambió en mi, no supe que fue, pero sí era una de las sensaciones más sinceras que he sentido en toda mi vida y me atrevo a decir con todo ímpetu, que ha sido la emoción más sincera de mis entonces 18 años: amor a primera sonrisa y de esa forma, me enamoré, me enamoró y sigo así: enamorada.
Es un enamoramiento un tanto distinto a otros, un amor en que vives el placer de no pertenecer, es sin ataduras, no te sientes amarrado de ninguna manera posible, simplemente se vive enamorada y amando a alguien. Así fue con él, me enamoré de él, de su esencia y presencia, de su completo ser, todo lo que ha construido de sí mismo y lo que ha de construir algún día de él, me enamoré de un todo, de su ying y su yang, todo, completamente, pero además, me enamoré de mi, de lo que fui y soy desde que lo conocí, me enamoré de mis inseguridades y de todo lo que soy, porque nunca fue algo malo ni negativo, es mi ser y es encantador en toda sus formas y desformas, aprendí que soy un ser viviente y lleno de vida, que tengo mucho que entregar y me di cuenta no gracias a que él me lo hizo ver, sino que fue porque él se enamoró de eso sin siquiera juzgarlo, porque él se enamoró de mi ser en toda su definición, teoría y práctica, se enamoró de todo lo que conlleva ser yo, desde mis arrebatos de niña caprichosa hasta mi más fino argumento que puedo crear, se enamora de mis lágrimas de emoción y tristeza, de mis sonrisas y risas que desatan los demás, de mis miedos e inseguridades de una persona tan frágil como suelo ser y de mis arrebatos artísticos como los colores que suelo llevar en el cabello, todo e gusta no por complacerme, sino que lo ama porque esa soy yo y nunca espero nada, solo espero que yo lo amará tan cual es y así es, le amo como es, con todo su ser, con toda su templanza para vivir ciertos momentos de su vida, con sus desenfrenos habituales para todo joven, con su visión de la vida tan austera y simple, con sus frustraciones y dudas existenciales que suelen florecer en inesperados momentos, con su linda sonrisa que siempre sabe como usarla para conquistar cualquier universo (además, de hacerle un favor al universo cuando sonríe), y por sobretodo, por su modo de entregarle amor a este mundo tan carente de afectos y que cada día se vuelve más violento y despiadado, me gusta su amor para los demás y para mi, aunque suene asquerosamente egoísta, sobretodo hacia mi, porque su amor es distinto, su amor me completa, me complementa y suplementa, me enriqueció y me mostró que uno se enamora para siempre y cada día se puede amar más, porque nunca es suficiente, nunca basta, nunca se acaba y eso es lo más real que podemos sentir, porque todos los días que vives, se ama más, un poquito más, tan insignificante que no te das cuenta, pero llega un día en que lo piensas y te das cuenta que nunca habías amado a alguien tanto, nunca te lo cuestionaste, tu solo amas y así yo lo amo.
 Es muy cierto aquello que dicen cuando conoces al real amor de tu vida, te sientes en paz, nada te hace falta, estas tranquilo y pleno. Puedo dar fe y seguridad, que este pequeño ser de una sonrisa encantadora, es el amor de mi vida, porque nunca me he sentido en más calma que cuando lo pienso y lo vivo, su presencia me transporta a un lugar que jamás he visitado, su compañía es lo que necesito cuando todo va mal y cuando todo va bien, también, porque quiero compartir con él lo más que pueda de mi mi universo. Nunca había encontrado a alguien con quien podía estar en paz y tranquilidad, nada sobra, nada falta, lo justo y necesario, así estoy, así me hace sentir, incluso cuando lo pienso, así me encuentro ahora, justo que lo he estado pensando y escribiendo. No le puedo prometer que será el único, pero sí, que fue el primero y hasta ahora, sigue siendo el único. 
Ojala todo el mundo tenga el agrado y suerte de toparse con el amor de su vida, por lo menos una vez, que lo vivan intensamente y agradezcan al universo porque conspiró para que ambos se toparan, vívanlo como si se fuera acabar, porque esa es la única manera en que se vive bien, no piensen que se va acabar, solo amen y vivan su amor, porque si es real, jamás se acabará, porque ese amor es la primera cosa hermosa en la que da gusto quedarse estancado. Espero de todo corazón, que todos alguna vez encuentren al amor de su vida, da igual que lo encuentren una, dos, tres o un millón de veces, pero que lo encuentren, porque el amor es un goce al alma y tu amas acorde a lo que tu alma te permite, el único circulo vicioso útil en la vida.-