-Supuse que no volverías a verme. Supongo que pensé que te sentías...humillado. Después de todo, saliste corriendo.-
-Solo necesitaba verte.-
-¿Sí?-
-Me gustaría... invitarte a salir o algo así.-
-Estás casado.-
-No aún. No estoy casado. No, no estoy casado. No.-
-Mira, te diré desde el principio que soy muy exigente y no voy a caminar en puntillas alrededor de tu matrimonio... o de cualquier cosa que tengas. Si quieres estar conmigo, estarás conmigo.-
-Ok.-
-Mucho creen que soy un concepto o que los completo o que les daré vida. Pero soy una chica jodida que busca paz mental. No me asignes la tuya.-
-Recuerdo ese sermón muy bien.-
-Te calé muy bien, ¿no?-
-Calaste a toda la raza humana...-
-Probablemente.-
-Pensé que me salvarías la vida.... incluso después de eso.-
-Lo sé.-
-Sería diferente si pudiéramos intentarlo de nuevo.-
-Recuérdame. Haz tu máximo esfuerzo. Quizás podemos.-
