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domingo, 28 de abril de 2013

Demencia de media hora.-



"¿Sabes cuán graciosa puede ser la vida de una persona, de un perro, de una cata o de una hormiga? 
En mucho, la vida en sí es divertida, es morbosa y dulce como lo es cada uno de sus detalles. Aquellos detalles personales, individuales y particulares: personas. Esa manía tan intrínseca de todos que tenemos para crear momentos, risas, miradas, palabras, frases, olfatos, placeres y lágrimas, tenemos palabras... Cosas que inventar dentro de nuestro tan hermoso grado de vivencia: frases creadoras de la más ínfima ideología de vida, perdones tan masacrados de historias amorosas, destrozos de buenos sueños que quisimos recrear, sonrisas de vidas pasadas otra vez vividas, momentos de felicidad indiscutida, pasados de un ayer sin hoy y un hoy sin un porvenir igual. Nada será igual a menos que se revoque a un recuerdo, que luego será escuchado y leído por nuestros ojos. 
Inventamos todo lo que vivimos, para vivirlo en una realidad llena de emociones, vivimos. 
Ha sucedido y la demencia es graciosa. -"