-Oye, vamos a la playa.-
-No estoy en Talca.-
-Y dónde estás-
-Donde mis abuelos.-
-Está todo bien?-
-No del todo.-
-Qué pasa?-
-Estoy resfriada, me duele la cabeza, las piernas, la garganta.-
-Negra...-
-No me crees.-
-Te creo, pero falta algo.-
-Te cuento cuando te pagué tu chela.-
-Te iré a ver a tu casa en estos días.-
-Empiezo mi horario universitario, no me vas a encontrar...-
-Mmm... entonces iremos a la fital luego de la u.-
-Y me comprarás cositas?-
-Si me hago plata en malabares, obvio que sí. Te compró mil chelas.-
-No po. Aritos, pulseras y eso.-
-Te compraré una pulsera.-
-Linda?-
-Como tú.-
-Será hermosa, entonces-
-No, será negra.-
-Pesadito.-
-Ya, voy a salir a vagar. Te recontra quiero, negra. Y mejórate y no te amargues por weones que nunca fueron tus amigos. Te deberían querer con todos tus defectos, porque así eres. Paseatelos.-
-Pero si no te dije nada, como sabes....-
-Algo debo conocerte.-
-Tan preciso.-
-Negra, eres predecible. Además, algo había dicho.-
-Okey, te quiero. No tomes tanto.-
-Nunca lo hago.-
-Ya, dale.-
-Uno de estos día, vamos a ir a pintar a un lugar por ahí.-
-Donde estabas tú...-
-Perdido en la sociedad.-
-En la suciedad de Talca.-
-Talca bello, sus personas no.-
-Toda la razón, viejo.-
-No soy viejo.-
-Oka, te quiero weón.-
-Y yo a ti. Chao.-
