-Aquí estoy, como siempre.-
-¿Cómo va el pololeo?-
-¿Pero por qué me pregunta eso a mi?-
-Somos o no somos amigos.-
-Sí, supongo que van bien. Hoy converso conmigo, creo que siente culpa.-
-Yo creo lo mismo.-
-O quizás se quiere sacar un peso de encima.-
-Una cosa lleva a otra. Hablo contigo porque ella no está.-
-Puede ser, se comporta distinto conmigo cuando está y cuando no está.-
-Acércate a él cuando ella esté y la molestas.-
-Puede ser. No, no soy una mala persona.-
-Lo sé. Vas a ser una buena mamá.-
-¿Usted cree?-
-Sí, lo sé.-
-¿Quién dijo que yo iba a tener hijos?-
-No sé, presiento que eres conservadora. Te vas a casar.-
-Sí, tengo mucho amor que entregar ¿Quién dijo que me iba a casar?-
-Eres muy conservadora.-
-No lo sé.-
-Cuando te cases, cásate con un hombre inteligente.-
-¿Qué tipo de inteligencia? Hay una diversidad de inteligencia.-
-Si, tienes razón. Con una inteligencia emocional.-
-¿A que se refiere con una inteligencia emocional?-
-A que tiene que ser un tipo que te quiera, un tipo cariñoso, que nunca pretenda ser más que tú, que nunca te humille, que sea respetuoso, que te valore. En fin, hay muchos, pero debes pensarlo bien.-
-Sí, puede que tenga razón. ¿Y si me quedo solterona con 3 gatos en esa búsqueda?
-No habrá sido una mala búsquedad. ¿Se cambió de bando?-
-Se dio vuelta la chaqueta, como todos.-
-Era una broma.-
-De las bromas salen las verdades más ocultas y secretas.-