"Vida: Es eso que pasa entre un buen amor, un buen libro, un buen café y mucha, mucha mierda."
Influenciada por la rebeldía interpretada por la mujer; manipulada por la idea liberal de la literatura contemporánea; dirigida por la interpretación del feminismo; y organizada bajo la contemplación del nihilismo presentado por dos ojos detallistas. Esa es la manera en que las letras y las palabras se van formando detrás de dos dedos curiosos y errantes, los que buscan una forma de hacer realidad el tormento que envuelve su cabeza, es así como todo se vuelve una lectura futuro; es así como, de cierta manera, la realidad se forma y quiere ser una verdad más dentro de un saco de mentiras que se mantiene sostenido por la curva de la crueldad y el deseo de ser más que un maravilloso juego de pirotecnias que siempre asustan con el hecho de que pueden explotar, y a pesar de aquello, la gente sigue admirando con tanto aprecio y anhelo que se olvida del riesgo.
Ese conjunto que se desarrolla tras la trama de las ilusiones perdidas y de sueños sepultados en ese baúl de anécdotas pasadas, de expresiones y de arrepentimientos, tal conjunto que es la viva imagen de la agonía, de esa pena que se arrastra constantemente. Aquellas palabras que dan existencia a ese conjunto, aquella resonancia que deja entrever esa desgracia humana, esa escoria que se trata de belleza, todo es hermoso bajo una letra, todo es menos infeliz cuando esta inmortalizado en un trozo de papel, en una entrada de blog, en una foto de alguna parte, todo es más bello cuando es memoria de alguien, todo es todo y nada vuelve a ser todo.
¿Por qué escribes?
Escribir: ese arte de que eres infinita de cierta manera, como todo se vuelve inmortal bajo la llave de la profundidad literaria; esa forma de liberación en que nadie te juzga, a menos que esa sea la tesis, esa forma en que todo y nada se pueden amar, pero odiar solo con un hecho enmarcado por tu deseo, cómo puedes desarrollar una idea de la forma tan sutil o despiadada que prefieras; para luego leer tus propias creencias y tu propio invento, leerlo y darle un protagonismo externo, pues eres lector, vivirlo una vez y así será hasta que el escrito termina y desfallezca, pero que aún así puedas volver a leerlo, pero siendo alguien más. Escribir... ¿Por qué escribo? Porque me gusta leer, porque nunca la vida había sido tan bella, mi vida es hermosa bajo las palabras de cada día. Porque así soy feliz, me enamoro de mi existencia, aunque en muchos aspectos, yo, me odio, por eso antes solía quemar aquello que escribía, ahora simplemente, dejo de escribir un buen tiempo. Es horrible el olor a humo, sobretodo ese olor a historias con desaliños honrosos.
¿Nunca has escrito verdad? Y así fue, nunca ha escrito y dudo que lo haga. ¿Y si quizás lo hace, pero su legado poético no es más que melancolía demarrada en lágrimas de tinta? ¿O quizás, sus palabras son penas en gloria que no cree merecer? Prefiero: nunca ha escrito.-