Pages

viernes, 17 de febrero de 2012

Trato hecho.


"¿Cómo estás cosa de mi corazón?"
" Tremendamente adolorido, me duele el brazo y la cabeza por montones."
"¿Pero estás bien?"
"Sí, estoy bien."
"Quedé preocupada toda la santa noche, no dormí pensando en ti. De hecho, me iré durmiendo en el camino a la playa."
"Tonta, estoy bien. La Francisca es una exagerada, le pone mucho a todo. Mira, estaba moviendo un mueble de ella al camión de mudanza y se cayo un sillón encima de mí, caí de boca al suelo con el brazo doblado y perdí conocimiento, pero por un rato cortisímo. Fueron como 5 minutos en que me desmayé y perdí la consciencia. Me pusieron yeso en el brazo derecho; tuve fractura expuesta, tengo 6 puntos en la cabeza y sigo tan hermoso como siempre."
" No, la Fran no es una exagerada. Y tú, un idiota. Fue grave, tonto. Me preocupé menos de lo que debí haberlo hecho. Tarado."
"Estoy bien, Melisa."
"Lo sé, Benjamín. Pero no por ello dejaré de preocuparme por ti."
"Lo sé, cariño. Traeme una concha de la playa."
"Le escribiré Benjamín. Te robaré tu anillo."
"Mi anillo... Lo pensaré. Es lo más preciado que tengo. Pero lo pensaré."
"No, entonces no."
"Trato: Tú me das la cadena de tu madrina y yo te doy el anillo. El día que uno de los dos se case, le devuelve al otro su cadena o anillo. ¿Trato?"
" Si me caso algún día, ¿te devuelvo el anillo y tú a mi, la cadena?"
"No, si yo me casó te devuelvo la cadena, pero te quedas con el anillo. Y viceversa."