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lunes, 26 de noviembre de 2012

Efectos de un mañana.-


"A veces, para siempre quiere decir un largo, largo tiempo."


La búsqueda del amor en la vida está marcada por el sigilo de la astucia o quizás, está ceñida de curar las dolencias del pasado. La búsqueda del amor tiende a convertirse en propósito de vida triunfal, de éxito esplendoroso de cada persona, de ser una razón de felicidad a ser una razón de vida; tan, superficialmente, considerada como una fobia para algunos como para otros una obsesión. Buscan un amor como si fuera un refrigerio o lo sienten como una misa dominical, o matan al amor por una relación amorosa que traerá más que una alegría.

Todos los dulces diarios y de la vida son producto de la idea del karma de una mente sin límites de un niño feliz en alguna parte de este universo, la alegría es la cuota de felicidad de la vida y del mal accionar de un ajeno a una vida particular. El karma es la felicidad de unos y el castigo de otros; el amor es la felicidad de uno y el castigo del mismo. El karma mas tortuoso es el amor, es algo tan innegablemente hermoso que es una satisfacción parcial, por eso la instancia de llegar al clímax romántico se vuelve físicamente deseado como a su vez doloroso y extremadamente, peligroso, pero pasionalmente no se puede restringir, es la pureza de lo carnal y lo tierno de lo sentimental, es la expresión de un amor que no se puede atormentar con un que dirán. Es el amor que no quiere restringirse a una tela, el amor que sobrepasa a la moralidad y a la ética, el amor que se enmarca en el quizá de un futuro y en la esencia de los corazones rotos que quieren reparase.

Para qué buscar el amor; no busco un para siempre y ese es el error de muchos. Se aprende después de años de dolor, se aprende cuando se pierde a alguien, se aprende cuando te cambian, se aprende cuando te critican, se aprende con el dolor de un porqué y la vivencia de una respuesta que nunca te vas a responder, pero que aún así se sigue buscando, se tolera la idea de que se debe aprende a soportar una duda, se aprende que la felicidad no es una búsqueda sino una historia. Se aprende que la búsqueda del amor nunca debió ser una búsqueda tampoco un futuro perfecto y menos un para siempre; el amor es ilusión de momentos, pasión de minutos, conversaciones de horas, silencios eternos, salidas pasajeras, miradas coquetas, locuras pagadas, despedidas iguales pero a la vez tan distintas: quiero ese amor, si, amor, y viajes, y amor y locuras y amor y a ti.

Eso es el amor, saber que la verdadera felicidad esta en la convicción que se ha perdido irremediablemente la felicidad en un jardín olvidado por todos y por nadie, saber que se terminara, como todo lo de una vida mortal.-