
"Oh,mujer siniestra, escandalosa y cruel. El tono lúgubre de tu voz entona un canto triste y horrible que me atormenta. Y huyo a un prado verde de terror."
"-Mamá, siento despertarte, mami querida.
-¿Qué pasa?
- Mamá.
-¿Has tenido un accidente?
- Estoy contento de volver a verte. Tenemos que hablar. Tenemos que hablar. Quiero que hablemos.
-¿Hablar de qué?
-Iba en el metro y de repente me di cuenta. Viajábamos y me decía que si te tuviera en frente, me gustaría decirte todo lo que necesito decirte y no te dije nunca, porque no soy un conversador. Tú sabes, difícilmente me enfado con quien se puede hablar fácilmente, pero entonces recordaba todas las cosas que querría decirte, decirte una tras otra y necesitarían 100 años, 100 años para decirte todo lo que quiero decir. Y cuando estaba en el metro, iba pensando. Pensaba en ti, con todos los graffitis y colores...
-Era sucio.
-Era hermoso. ¡Era increíblemente hermoso! Y miraba y me decía a mí mismo: Tenemos que hablar. Obligatoriamente, tenemos que hablar. Porque a veces te oigo decir: "ya no hablamos como antes". Pero yo lo pienso también. Estoy de acuerdo. Y entonces, entonces pensaba: si no se lo digo ahora, si no se lo digo ahora, seguiré comiéndomelo en mi tumba. Si no hablamos, estaremos mirándonos en la tumba con una vocecita diciéndome: "¡Deberías habérselo dicho!". Maldita sea, no se lo dijiste. No se lo dijiste. Podía habérselo dicho. ¿Ok?
-¿Qué te pasa? ¿Te has drogado? ¿Te drogas en el internado? Dios mío.
-No es tan grave. No es tan grave. Lo importante, lo importante es que estamos juntos, ahora. ¿Entiendes? Eso es lo que cuenta. Lo demás, no importa.
-Ok.
-Está bien.
-Bébete un vaso de leche.
-Estoy bien.
-Estás mojado.
-Estoy bien. Todo está bien. Te quiero, te quiero. Te quiero.
-Yo también te quiero. También te quiero mucho, pero vete a dormir ahora. Tómate un vaso de leche, que desintoxica. Te ríes.
-Porque estoy contento.
-Yo también estoy contenta. Y ahora duerme porque se está haciendo tarde. Bebe algo de leche."