Debido a las circunstancias no esperadas, - ya que soy una vil y estúpida romántica y soñadora que aún cree en la esperanza y sobretodo en la vida - he decidido marcharme, no es tragedia lo sucedido si no un cambio de planes en el itinerario; aunque es preciso decir que no sé si me marcho para perderme o salvarme. No pido misericordias, solo que me leas; los ojos siempre han sabido comprender al humano, esta especie tan rara y sublime, tan torpe y soñadora, tan yo y tan nadie.-