
Una vez, un cierto día, me enseñaste otra cosa en mi larga lista de ens
eñanzas, que quizás debería aprender a escuchar ciertas cosas y que mi cabeza por mucha razón que tenga no debería darle esa anhelada razón. Otro día, me diste para aprender acerca del amor, una gota de felicidad que ha hecho mi vida tan grande. Me enseñaste que puedo pensar sin pensamientos, es más, puedo pensar con sentimientos. Es increíble que existan personas como tú, es increíble que pueda ser tan tierna y humana con alguien; ¿humana, yo? Increíble, has visto en mí lo que muchas jamás verán, esa pizca de ternura, niñez y lo que más me encanta infantilismo.
No es necesario que me des razones para quererte, simplemente te quiero porque sí. Que destino y que nada, me vale esa cantidad de idioteces que me suelen decir para manifestar el amor y el cariño por alguien, el cariño en palabras es un límite; este cariño por ti, límites no tiene, y sin embargo se lo pongo al decir ésto.
Es tan inefable esto, es un cariño inmenso que jamás quise tener por alguien porque sabía que dolería, pero amo esa parte de masoquismo que tengo. Una vez dije con un amigo un tanto odiado por muchos y que una vez se metió a mi facebook a hablar contigo, porque lo reté por hablar de ti, dije algo así como: "el día que salga de 4º, mandaré a la mierda a todos.", él me preguntó ¿segura? y yo le dije: "No, obviamente son contadas con mis deditos las personas que quiero a mi lado." Y adivina quien estaba entre ellas... Tú, dentro de esas 5 personas que quiero a mi lado, estás tú. Y créeme, asesinaré al que te haga algo y soy capaz de acriminarme por ti.
Nunca olvides que te adoro un montón y agradezco cada hora, minuto, segundo, todo, hasta el más mínimo detalle lo agradezco porque me tiene a tu lado. Y Feliz cumpleaños, Marcelita que quiero tanto.

"Y así se logra ser vulnerable con alguien, quererla por existir."