-No puedes decirme que estás esperando a que te sucedan todas las cosas que quieres. Eso no pasará jamás. Así como tampoco puedes escribir en diciembre lo que jamás dijiste en todo este año.
-Odie este año.
-¿Por?
-No lo sé. Hice muchas cosas que quise, lo admito. Conocí muchas gente, bueno eso jamás me agrado o molesto, es extraño. Me fue bien en la u, me conocen varios profes, tengo una buena reputación, incluso ya me han hecho buenas recomendaciones, no me quejo. Pero no fui feliz. Siempre me quejo de eso. Es un problema.
-Te has fijado que siempre que hablamos temas así, estamos en la misma parte, mirando las mismas cosas.
-Mirando los mismos colores.
-Admirando el mismo cielo.
-El cielo no es un límite. Las palabras son un límite.
-Excusas.
-Cierto.
-Es bueno tenerte de amiga, negra.
-Estoy desteñida. Eso me pone triste.
-Inmortaliza el momento y sé feliz por 3 segundos.-
-No, me puse triste por 3 segundos. Creo que ahora estoy feliz. Mis amigos me hacen feliz. El amor me hace feliz, sentirme así de querida me hace bien.
-Como la canción de Jorge Drexler.
-Un maestro.