Quiero que te enamores de mí,
pero que te enamores
de mi lado perverso,
de mi lado sarcástico,
de mi desequilibrio mental,
de mis malas manías,
de mi manera de gritar,
de mi manera tan
sutil de criticar.
Enamórate de mi mal carácter
que se me sale a veces,
de ese mal genio
que tengo escondido.
Enamórate, incluso,
de mi lado pervertido.
Enamórate de mis defectos,
de mi lado temperamental,
del caos que suelo causar
cuando todo me sale mal.
Enamórate hasta de las lisuras
que suelo decir para desfogar.
Enamórate de ese lado mío
que casi nadie conoce.
Porque de mi sonrisa,
de mi lado gracioso
de mi lado cursi,
de mi lado tierno,
de mi lado enamoradizo.
De mi lado bueno,
cualquiera se podría enamorar.