
El otro día soñé que tenía algo que hacer en un destello fulgurante de desesperación algo que jamás dudara en arrepentirme. Creo que volví a errar en creer en ti, no es crítica ni nada de ese estilo o índole, es una cosa llamada amor ante todo. Me importa una nada que el mundo llamado mundo lea ésto y se ría o le duela o le cause lo que le cause; a mi me interesa algo llamado mi mundo, algo que cree bajo éstas insólitas leyes de física, bajo un lenguaje no conocido por muchas ni por pocos, una matemática incapaz de ser problemática para mi, un mundo donde la naturaleza es algo mas que lo que todos creen, un mundo donde mi moral es totalmente controversial en el mundo que tu vives. Un mundo donde cualquiera podría vivir y no tendría ese afán insaciable de creerse feliz o al menos nadie te juzgaría por no tener una sonrisa en el rostro.
Este mundo es una lamentable ilusión de ese destello fulgurante de no arrepentirme. No me arrepiento de una sola cosa y creo que eso era lo que mi sueño quería que me diera cuenta, no me arrepiento de haberme enamorado de ti; sí, me enamoré de ti, lo siento. Y perdón a Thomás.