
Seamonos francos y sinceros: N-O, tan simple como una enfermedad mortal: no.
Lo admito, soy sadomasoquista: amo el dolor, pero... ¿quien no? Me encanta sufrir, amar esa sensacion de sufrimiento, dolor, agonia, un dolor punzante en el pecho, que en cierta forma, me agrada y me no me gusta librarme de el.